En anteriores entradas de este blog hemos visto ejemplos de que la gamificación no sólo nos ayuda a enfrentarnos a las tareas rutinarias, obligatorias, aburridas o repetitivas. También los videojuegos pueden servirnos para lograr un objetivo concreto distinto de aquel para el que fueron creados: la diversión.
Cuando estudiamos el caso de Minecraft vimos que puede ser una excelente herramienta de selección de personal o aprendizaje. Sin embargo y a pesar del título de la entrada, utilizar Minecraft con fines concretos no es gamificar, como tampoco lo es crear un videojuego para enseñar a los estudiantes determinadas materias.
El motivo es la aparición de una palabra clave: la jugabilidad. Un videojuego es por naturaleza jugable, sin embargo, en teoría, un sistema gamificado no es un juego porque no debe ser jugable.
Llegados a este punto, conviene conocer algunas definiciones imprescindibles, así como sus características:
Videojuego:
Juego electrónico en el que una o más personas interactúan y cuyo objetivo único es la diversión del jugador.
Características: Diversión y jugabilidad.
Advergaming:
Técnica publicitaria que consiste en la creación de un videojuego para publicitar una marca, producto o servicio.
Características: Diversión y publicidad.
Gamificación:
Aplicación de mecánicas de juegos en entornos no jugables para lograr un objetivo.
Características: Propósito concreto y no jugabilidad.
Serious Game:
Videojuego con un objetivo o propósito concreto diferente al de la diversión.
Características: Propósito concreto y jugabilidad.
La clasificación anterior corresponde a las teorías del diseño de juegos y videojuegos. Nosotros en Grupo RC pensamos que se trata de una clasificación realizada exclusivamente desde el mundo de los juegos y es necesaria una más cercana al mundo empresarial y académico, por este motivo proponemos únicamente dos divisiones en función del objetivo principal perseguido, es decir, atendiendo a su propósito:
– Games cuando el objetivo es la diversión: Hablamos únicamente de videojuegos cuyo objetivo es jugar y la diversión.
– Gamification cuando existe otro objetivo concreto. En este caso preferimos hablar de ludificación o gamificación en un sentido mucho más amplio pues nos valemos de trucos, técnicas, mecánicas o de los propios videojuegos para lograr una meta conocida de antemano. Serious games, advergamings, aplicaciones gamificadas e incluso videojuegos utilizados con un propósito concreto estarían en esta categoría.
El motivo de hacer esta distinción es que como especialistas en la implementación de juegos y videojuegos en entornos no jugables, cuanto un cliente te hace una consulta, lo que busca realmente es lograr un objetivo concreto. A este cliente no le importan los medios que le propongamos para lograrlo, es decir, si logrará mejorar alguno de sus procesos mediante un videojuego (ejemplo Minecraft en selección de personal), con mecánicas de juegos (ejemplo Duolingo) o con unas sencillas medallas en su web. Para él y para nosotros, eso es gamificar.
Sí podemos hacer dentro de la gamificación un distinción según su jugabilidad y su coste, así de menor grado de jugabilidad (y menor coste) a mayor, podemos distinguir entre:
– Gamificación con mecánicas básicas.
– Gamificación con mecánicas básicas + otras mecánicas.
– Gamificación mediante videojuegos, serious games y advergamings.
Madrid, 6 mayo (José Luis Ramírez C.)