BBVA Game y COINC Bankinter son dos ejemplos de cómo implementar la gamificación en sectores a priori tan poco apropiados para la diversión como el financiero-bancario.
BBVA Game es un juego incorporado al servicio de banca on-line del BBVA cuyo objetivo es que los jugadores, clientes de la entidad, comiencen a realizar sus operaciones bancarias habituales a través de Internet.
La mecánica es muy sencilla, entras en la web, aceptas un desafío, lo realizas, ganas puntos y obtienes un premio. Los puntos se consiguen realizando tareas sencillas, como ver vídeos de cómo efectuar distintas operaciones, hacer transferencias, realizar traspasos de saldos, consultar el saldo de la tarjeta, etc.
Gracias a esta estrategia de gamificación, BBVA logra que el usuario/jugador se familiarice con la banca on-line, le pierda el miedo y las sucursales estén menos saturadas. Los jugadores participan en sorteos de regalos como teléfonos móviles, tablets o entradas para partidos de fútbol y baloncesto.
¿Qué consigue BBVA?
– Fidelización, engagement de los usuarios con la marca.
– Enseña a sus clientes a utilizar de forma voluntaria sus servicios on-line, crea hábitos y mejora sus comportamientos.
– Descarga de trabajo a los empleados de sus sucursales.
COINC en un portal de ahorro creado por Bankinter para motivar a sus clientes a ahorrar. Los usuarios, voluntariamente establecen una meta, un objetivo concreto por el que quieren ahorrar: comprarse un coche, un vestido, un iPad, un viaje de bodas, una moto, etc.
A continuación definen un plazo determinado de tiempo y la cantidad que desean ahorrar. Ya solo les queda ir realizando aportaciones a su cuenta Coinc.
Hasta aquí no es ni más ni menos que una cuenta remunerada y sin comisiones con un leve toque de gamificación, pero Coinc va un paso más allá ya que permite a sus usuarios establecer y compartir sus metas con su pareja, familia y amigos para que estos los animen o incluso realicen aportaciones.
Bankinter, basándose en mecánicas de juegos on-line y en las de redes sociales, crea un portal de ahorro colaborativo, social, una suerte de comunidad de ahorradores on-line. A partir de aquí, las posibilidades son prácticamente infinitas.
¿Qué consigue Bankinter?
– Fidelización, engagement de los usuarios con la marca.
– Nuevos clientes que además mejoran sus hábitos de ahorro.
– La colaboración genera, provoca identidad de grupo.
– Branding, imagen positiva de la marca.
Madrid, 9 de abril (José Luis Ramírez )